Como hemos comentado en ocasiones anteriores, la práctica de yoga tiene numerosos beneficios para la salud, y uno de ellos es la reducción del estrés. Sea cual sea el motivo por el que te sientes inquieta o estresada, el yoga puede ser tu mejor aliado para aplacarlo.
¿Qué es el estrés y por qué se produce?
Se considera estrés al mecanismo que se pone en marcha cuando una persona se ve superada por la situación -o diferentes situaciones-, y no se siente capaz de cumplir las diferentes demandas que se le exigen. Así, se experimenta una sobrecarga que influye en el bienestar tanto físico como psicológico del individuo. Pero, aunque se tiende a tener en cuenta solo el estrés de manera negativa, también hay estrés positivo, ya que en ocasiones éste actúa como un proceso de adaptación al medio.
El estrés se activa como mecanismo de defensa, es decir, ciertas situaciones cotidianas o laborales llevan a activar ese mecanismo de estrés para poder desempeñarlas, siendo el estrés -siempre y cuando no conlleve problemas para uno mismo- imprescindible para la vida. Según algunos expertos, el estrés en ocasiones sirve para que el rendimiento de una persona incremente -cuando éste sea tolerable-, aunque, si se experimenta demasiado estrés, provocará el bloqueo. De esta manera, un poco de estrés “saludable” puede ayudar a que una persona rinda mejor y sea más resolutiva, siendo un mecanismo de respuesta en lugar de un mecanismo de defensa.
El estrés se puede producir por diversas causas, existen las causas externas (los llamados sucesos vitales) y las causas internas (aquellas que tienen que ver con el estado de uno mismo: cansancio, cambios hormonales, pensamientos negativos, …). Según la situación de uno, casi todo puede generar estrés, aunque está demostrado que el trabajo, los cambios o pérdidas personales, el entorno o las diferentes interacciones con los demás suelen ser las causas más comunes de estrés.
Beneficios del yoga para el estrés
Es usual que cuando el estrés se convierte en un compañero en tus jornadas diarias, se comiencen a buscar maneras de controlarlo. Y para ello, es importante alcanzar un estado de relajación en cuerpo y mente; es por ello, que mediante la práctica de yoga se es capaz de conseguirlo, ya que en esta disciplina el cuerpo y la mente se conciben como una unidad. A través de las diferentes asanas y respiraciones, el cuerpo se llena de energía provocando una relajación de la tensión muscular y la estimulación de las células. Y al contrario que otras prácticas para reducir el estrés, el yoga permite que además podamos ser conscientes de las causas que lo provocan.
La práctica de yoga está ligada con el estrés porque es importante mantener una respiración correcta y, una respiración consciente y profunda provoca que el flujo de sangre aumente, creando así una mejor oxigenación de todo el cuerpo. Además, se debe estar concentrado en las diferentes posturas, lo que invita a focalizar la mente en las asanas y dejar atrás los problemas diarios. Y la combinación de ambas hace que con una práctica regular de yoga (al menos dos veces por semana) el nivel de estrés disminuya y se empiecen a sentir los diversos beneficios que el yoga ofrece al organismo, facilitando así llevar una vida más tranquila.
Como vimos en nuestro post sobre los beneficios de la práctica de yoga, ésta tiene numerosos beneficios para nuestro organismo y nuestro estilo de vida, pero los que se asocian directamente con la disminución de estrés son:
Mejora de la circulación sanguínea
Como hemos visto, mediante las respiraciones rítmicas y pausadas el cuerpo y la mente se oxigenan.
Mayor elasticidad
Con la realización de las diferentes asanas se consigue aumentar la elasticidad y la movilidad de las articulaciones, haciendo que se eliminen de manera progresiva tanto las contracciones musculares como los dolores crónicos -que se ven empeorados por el estrés-.
Reduce el insomnio
Está comprobado que el yoga tiene efectos muy positivos en el tratamiento del insomnio que está estrechamente asociado a la ansiedad y el estrés.
Mejora el estilo de vida
Como con cualquier otra disciplina deportiva, la práctica habitual aumenta la predisposición por los hábitos de vida saludables, de manera que se convierte en un estilo de vida que promueve un ciclo beneficioso en el que se reduce el estrés.
Ayuda a crear una rutina
Estrechamente ligado al beneficio anterior es que, ayuda a crear una rutina y tener mayor disciplina, siendo estos dos puntos esenciales a la hora de romper con la sensación de bloqueo a la que se enfrenta una persona con estrés.
Mejora la respuesta del organismo
Los procesos que se relacionan con el estrés y la ansiedad implican hormonas encargadas de controlar la respuesta corporal, produciéndose como consecuencia de una situación que se identifica como difícil o directamente como una amenaza. Sin embargo, con la realización de esfuerzos (como en la práctica de yoga) nuestro organismo segrega endorfinas, unas hormonas que se relacionan con la felicidad y que, además, el cuerpo genera como recompensa.
Por lo tanto, podemos afirmar que a través de la práctica de yoga de manera regular es una fórmula eficaz que nos ayuda a combatir la ansiedad y el estrés, ya que, ayuda a que se libere esa tensión.